Vamos a examinar
ahora cómo se relacionan entre sí los distintos agentes económicos, cómo
influyen unos sobre otros y el resultado final de esas influencias mutuas. Para
simplificar esta presentación, tomaremos a personas y familias como un solo
conjunto, y excluiremos toda relación con otros países. Más adelante
examinaremos estas relaciones al hablar del comercio exterior, es decir, de lo
que el país compra y vende a otros países.
Las familias
necesitan ganar ingresos, para lo cual venden su trabajo a las empresas y al
Gobierno. También necesitan satisfacer sus necesidades, para lo cual deben
adquirir bienes y servicios que compran a las empresas. Además, deben pagar
impuestos al Gobierno a cambio de los servicios que este presta. Por otra parte, las familias (algunas de
ellas), son dueñas de las empresas, y reciben las utilidades (o pagan las
pérdidas) que las empresas generen.
Por su parte,
las empresas necesitan comprar trabajo a
las familias para poder producir, a la
vez que venden sus productos a estas y al Gobierno. Al igual que las familias,
pagan impuestos al Gobierno a cambio de los servicios que este proporciona. Las
utilidades que obtengan como resultado de sus ingresos por ventas menos sus
costos, luego de pagar los impuestos, las entregan a sus dueños, algunas
familias.
También hay
ventas entre empresas, ya que ellas necesitarán los productos de otras para
usarlos como materia prima en su producción. Estos bienes que se utilizan en la
producción de otros bienes no son bienes finales. Por ejemplo, una panadería
comprará a otras empresas la harina que necesita para fabricar el pan, la
energía que requiere para hacer funcionar los hornos, la levadura, el agua,
etc. Como el precio del pan, que es un bien final si es consumido y no
utilizado para producir otros bienes, ya
incluye el valor de la harina, la energía, la levadura y otros ingredientes
utilizados, el valor de estos bienes ya incluidos en el valor de la harina no debe considerarse de nuevo. Naturalmente, esto se aplica a todas las
ventas entre empresas de productos que no sean productos finales.
No se aplica a
aquellas ventas entre empresas de productos que sean productos finales, como la
maquinaria, que no se consume de inmediato en la producción de otros bienes.
Esto se debe a que el valor de la maquinaria no está incluido en su totalidad
en el costo de los productos que elaboran las empresas ya que la maquinaria no
se consume totalmente al producir cada bien; dichos costos solo incluyen el
valor del servicio proporcionado por la maquinaria en la producción del bien en
cuestión.
Finalmente, el
Gobierno compra trabajo de las familias y productos de las empresas, con lo que
provee servicios como defensa de las fronteras, policía, justicia, obras
públicas, educación, etc. Financia sus
gastos con los impuestos que recibe de las familias y empresas.
Tal vez lo más
importante que provee el Gobierno sean las reglas del juego, es decir, las
normas por las que se regirán todos los agentes económicos en su conducta. El
Congreso Nacional, o Poder Legislativo, define dichas normas, las más
importantes de las cuales se encuentran en la Constitución Política del Estado.
Esa es la tarea de los Senadores y los Diputados. El Poder Ejecutivo se
preocupa de que las decisiones del Congreso se pongan en práctica, tarea que
corresponde al Presidente de la República, a los Ministros y a todas las
instituciones del Gobierno. Por su parte, el Poder Judicial se preocupa de
determinar las transgresiones de dichas normas y aplicar las penalidades a los
transgresores; esta tarea corresponde a los Tribunales de Justicia, encabezados
por la Corte Suprema de Justicia.
Los poderes
Legislativo, Ejecutivo y Judicial son los Poderes del Estado.
A. Relaciones entre familias y empresas
Las empresas
compran trabajo de las familias. Por su parte,
estas reciben sueldos de las empresas
y también reciben las utilidades que ellas puedan generar (gráfico 1).
A su vez, las
familias compran lo que necesitan a las empresas. El trabajo que venden las
familias les da los recursos de que dispondrán para satisfacer sus necesidades.
Mientras mejor preparación educacional y técnica tengan los miembros de la
familia, mejor remunerado será el trabajo que puedan obtener. En general,
mientras mayores las exigencias técnicas que demande un trabajo, mejor
será el sueldo que se pueda obtener. Por
su parte, las empresas tratarán de usar los menores recursos posibles para
producir sus bienes y servicios, con el fin de poder vender sus productos más
baratos y ganar en la competencia con otras empresas. Eso las estimulará a
producir lo más posible con los recursos a su disposición, evitando el
desperdicio; las empresas buscarán la eficiencia para lograr los más bajos
costos para cada tipo y calidad de producto.
GRÁFICO 1
Relaciones entre familias y
empresas
B. Relaciones entre familias y Gobierno
El Gobierno
compra trabajo de las familias y les entrega servicios. Por su parte, las
familias pagan impuestos al Gobierno. Aquí también se aplica que la formación
educacional y técnica de los miembros de la familia será un elemento muy
importante para determinar el sueldo que ganen. Sin embargo, el Gobierno no
tiene los mismos estímulos que las empresas para producir lo más posible con
los recursos de que dispone, ya que no tiene que competir con nadie. Pero el
control social, a través de las instituciones democráticas como los partidos políticos y el Congreso
Nacional, contribuyen a remplazar el estímulo de la competencia (gráfico 2).
GRÁFICO 2
C. Relaciones
entre empresas y Gobierno
El Gobierno
compra productos de las empresas y les entrega servicios. Las empresas pagan
impuestos al Gobierno.
De nuevo el
control social, a través de las instituciones democráticas, genera los
estímulos para que el Gobierno obtenga el máximo producto de los recursos de
que dispone (gráfico 3).
GRÁFICO 3
D. El circuito completo y el producto de la economía
Para analizar el
circuito completo, vamos a separar los pagos entre agentes en ingresos y
gastos. Ingreso será lo que cada agente reciba de otros. Gasto será lo que cada agente pague a otro.
En el caso del agente “familia”, su ingreso estará compuesto por los sueldos
que recibe de las empresas y del Gobierno, por el trabajo que realiza y por las
utilidades que recibe de las empresas. Los gastos de la “familia” serán los
pagos que hace a las empresas por los productos que les compra, y los impuestos
que paga (obligatoriamente) al Gobierno.
Por su parte,
las empresas obtendrán ingresos por los bienes y servicios que venden a las
familias y al Gobierno.
Cuando se trate
de ventas entre las mismas empresas, lo que es ingreso para unas será gasto
para otras y, al tomarlas en su conjunto, esos ingresos y gastos se anulan
mutuamente. Más adelante veremos que esto no siempre es así.
Los gastos de
las empresas serán los pagos que hacen a las familias por el trabajo que estas
les venden, y los impuestos que pagan (obligatoriamente) al Gobierno. También entregarán sus
utilidades a las familias.
Finalmente, el
Gobierno tiene como ingresos los impuestos que recibe de familias y empresas y,
como gastos, los sueldos que paga a las
familias por el trabajo que contrata y las compras a las empresas de bienes y
servicios. Esto se ilustra en el gráfico 4 que conecta a todos los agentes económicos.
GRÁFICO 4
El circuito económico
Del gráfico
mencionado se obtienen algunas conclusiones importantes. En primer lugar, si
cada agente (familias, empresas o Gobierno), contara solo con sus ingresos para
financiar sus gastos, y si solo pudiera usar sus ingresos para financiarlos,
entonces los gastos de cada agente tendrían que ser iguales a sus ingresos. En
el caso de una familia, la suma de lo que gana cada uno de sus miembros deberá
ser igual a los usos que la familia dé a
sus ingresos. Lo mismo ocurrirá para las empresas y para el Gobierno: la suma
de los usos deberá ser igual a la suma de los ingresos, ya que no se puede usar
lo que no se tiene.
En segundo
lugar, por las mismas razones anteriores, la suma de los ingresos de los
trabajadores, más los de las empresas, más los del Gobierno (cuyos ingresos
provienen de impuestos a los ingresos de los demás) deberá ser igual a la suma
de los usos de los agentes económicos. Si uno quiere conocer el volumen o
tamaño del circuito económico, puede mirar ya sea el lado de los ingresos o el
de los usos y tendrá el mismo resultado. En realidad, la suma de los usos
representa el valor de los bienes y servicios producidos por el conjunto de los
agentes: los bienes y servicios finales producidos por las empresas y vendidos
a otras empresas, al Gobierno y las familias y los servicios proporcionados por
el Gobierno. Por este motivo, a la suma de los usos de los agentes en un
período determinado (mes, trimestre, etc.), se la llama producto. La suma de
los ingresos de los agentes es el
ingreso del país. Hay que recordar que aún no tratamos el comercio con otros
países.
Si parte de los ingresos del Gobierno proviene de impuestos que se apliquen no sobre los ingresos de personas y empresas sino sobre las ventas de bienes y servicios, se producirá una diferencia entre el producto y el ingreso: el producto está valorado a precios que incluyen los impuestos sobre las ventas, mientras que los ingresos no. Por este motivo, en un caso como el descrito, que es común en los países, para igualar el producto con el ingreso es necesario restar al producto los impuestos que se cobran sobre las ventas. Tales impuestos se llaman indirectos. En cambio, los impuestos que se cobran sobre los ingresos de personas y empresas se llaman impuestos directos.
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