Tal como las familias deciden qué
cantidad comprarán de un bien a cada precio, las empresas necesitan decidir lo
que producirán y pondrán a la venta de un bien determinado a cada precio. Para tomar esta
decisión, las empresas cuentan con una información básica acerca de cómo
producir el bien en cuestión: esto es la tecnología.
Los ingenieros y técnicos le dicen a la empresa cuáles son las
distintas maneras posibles de producir un bien o un grupo de bienes, y el
empresario tendrá que elegir aquella manera de producir que sea la más barata
de acuerdo con los recursos de que dispone.
Por ejemplo, una empresa que está considerando comenzar a producir sombreros,
podrá fabricarlos usando mucho trabajo manual,
o usando más maquinaria. Elegirá entre estas técnicas de manera de
lograr los costos más bajos posibles. Pero también buscará obtener el mejor
precio posible por su producto, escogiendo las características que más gusten a
sus clientes. Así, con los costos más bajos que le sea posible lograr y el
precio más alto que pueda obtener, tendrá las utilidades o ganancias más altas posibles para él, durante el mayor
tiempo posible.
Supongamos que los sombreros
producidos por una u otra técnica son de la misma calidad y diseño. En ese
caso, el empresario preferirá usar el método que resulte más barato. Pero ¿cuál
será más barato? Para saberlo, necesitamos conocer los costos de producción en
que se incurre con una y otra técnica. Si los materiales que se usan son los
mismos, habrá que comparar el costo de todos los elementos que entran en la
producción, tales como la mano de obra que utiliza cada uno, el tiempo de uso
de la maquinaria, el costo de la energía, el arriendo de los edificios. Si
ocurre que el costo de la mano de obra es muy bajo comparado con el costo de
usar maquinaria por unidad producida, el empresario elegirá aquella técnica que
usa más trabajo, y comprará entonces más trabajo alas familias. En otras
palabras, el empresario que considera iniciar la producción de sombreros
escogerá aquella técnica que resulte de menor costo por unidad para la cantidad
de sombreros que desea fabricar. El costo por unidad producida se llama costo
medio de producción, y es igual al costo total de producción dividido por el
total de unidades elaboradas.
Por otra parte, el empresario
tratará de obtener el mejor precio posible. Si hay muchos empresarios que
producen sombreros similares, no podrá cobrar un precio muy distinto de otros
productores porque los demandantes no le comprarían a él. La competencia entre
los productores impide abusos en los precios.
La oferta individual
Si la empresa ya está instalada y eligió una cierta técnica de producción, entonces la situación es diferente. La empresa ya no puede modificar fácilmente la tecnología que usa, y tendrá que conformarse con hacerlo lo mejor posible con los medios que tiene, es decir, producir aquella cantidad de sombreros que le dé la mayor utilidad posible. En tal caso, la empresa tendrá que determinar si al aumentar o reducir su producción de sombreros aumentarán sus utilidades. Para ello tendrá que comparar el precio al que puede vender sus sombreros con lo que costaría aumentar o reducir su producción en una unidad. Por ejemplo, si está produciendo 1.000 unidades por mes a un costo total de $950.000, el costo medio de producción será de $950. Pero si quiere aumentar su producción en una unidad, a 1.001 por mes, puede tener que cubrir un costo total de $951.000, lo que significa que el costo de producir una unidad más es de $1.000 (951.000-950.000). El aumento del costo por producir una unidad más se llama costo marginal. Si el precio al que vende es mayor que el costo marginal, le convendrá aumentar su producción. Esto es así porque, si el precio es mayor que el costo marginal, con cada unidad adicional que venda aumentarán sus ingresos más que lo que aumentan sus costos totales y, por lo tanto, aumentará sus ganancias.
El empresario enfrentado a una modificación en el precio del producto, si ya está instalado con equipos y técnicas establecidas, que no puede cambiar fácilmente, tendrá que comparar dicho precio con su costo marginal, para saber si le conviene aumentar o reducir su producción.
Tal como en el caso de la demanda, es posible relacionar diversos precios del producto con la cantidad producida de él. Los numerosos estudios hechos muestran que, a medida que una empresa aumenta su producción, llegará un momento en que costará cada vez más producir unidades adicionales: las máquinas estarán trabajando a plena capacidad, y podría ser necesario pagar horas extraordinarias a los trabajadores. Por ese motivo, para producir mayores cantidades de un bien se requieren precios cada vez más altos de dicho bien: mientras más alto es el precio (considerando constantes los demás precios), mayor será la cantidad de él que se producirá y ofrecerá en el mercado en cada período de tiempo, por ejemplo un mes.
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