viernes, 27 de mayo de 2016

Los factores de producción y su asignación

A los elementos que contribuyen a la producción de bienes o de servicios, y que no se agotan al producirlos, se los llama factores de producción. Por ejemplo, quedan excluidos de esta definición los materiales que se usan para producir pan, tales como la harina, el agua, la sal, la energía, etc., que se agotan en la producción del pan, puesto que los que ya se utilizaron no sirven para continuar produciendo. En cambio, quedan incluidos en esta definición los empresarios y trabajadores que prestan sus servicios para producir; la maquinaria, los edificios, los vehículos y otras formas de capital físico, y la tecnología utilizada.

Los factores de producción se agrupan en cuatro categorías generales: trabajo (o mano de obra), capital físico, tecnología y capacidad empresarial. Esta última representa la capacidad de organizar el resto de los factores para que desarrollen sus tareas de la manera más barata posible, es decir, enfrentando mejor el problema de la escasez. El empresario tendrá que buscar las formas de producir un bien que impliquen un menor costo, es decir, que impliquen el menor uso posible de recursos para satisfacer las necesidades de los consumidores, dejando así recursos disponibles para producir otras cosas.
Se acostumbra también poner en conjunto el trabajo y la capacidad empresarial, bajo la denominación de capital humano. En lo que sigue, usaremos esta última clasificación.


A. El capital humano

La población de un país, con sus capacidades propias o adquiridas,  constituye su capital humano. Pese al hecho de que hay niños menores que no están en condiciones de trabajar, otros que están estudiando y no trabajan, otras personas que,  por su edad ya no están en condiciones de hacerlo, otras que se encuentran enfermas, cada una de las personas que componen la población de un país contribuye de una manera u otra al nivel de bienestar del conjunto de la población: los niños son generalmente amados por sus padres (o deberían serlo), lo que implica que dan satisfacciones a sus padres; no falta el buen consejo de los ancianos y aun de los enfermos; quienes están estudiando a menudo contribuyen a mejorar su entorno o realizan tareas de servicio social y apoyo a los más pobres (o deberían hacerlo). Por esto, es razonable incluir a toda la población de un país en la definición  de capital humano. Sin embargo, hay definiciones más restringidas, que se usan comúnmente, que excluyen a los menores de 14 años y a las personas que no están en edad de trabajar.

Cualquiera sea la definición, el capital humano comprende dos aspectos: su cantidad y su calidad. La cantidad es obvia, ya que se trata del número de personas en cada grupo de edad. La calidad, en cambio, es más difícil de medir, y depende de elementos culturales como la disciplina de trabajo, la constancia, la honradez, la capacidad de trabajar en equipo y, por supuesto, el nivel educacional y la formación técnica. Estos últimos, nivel educacional y formación técnica, también influyen sobre los primeros, disciplina de trabajo, constancia, honradez y capacidad de trabajar en equipo.

Una mejor educación y capacitación contribuyen a una mayor calidad del capital humano, por lo que agregan a dicho capital. Todo gasto que aumente el capital constituye lo que se llama una inversión. Por esto, los gastos en educación y capacitación deberían considerarse como inversión en capital humano. Lo mismo ocurre con lo que se gasta en salud, ya que mejorar la salud es mejorar la capacidad de trabajo de las personas.

La composición por edad de la población también es importante. Los niños menores, en general, no trabajan y tampoco lo hacen los ancianos. Una población donde la gran mayoría de la gente se agrupe en uno de estos extremos (o en ambos) tendrá menor capacidad productiva que otra en la que predominen ampliamente las personas entre 18 y 60 años.


B. El capital físico

En una empresa, el capital físico está constituido por sus edificios, terrenos, maquinaria, vehículos y equipamiento. También incluye las materias primas que están guardadas para ser utilizadas más adelante (rendirán sus frutos en el futuro) y los productos terminados ya producidos que aún no han sido vendidos. Para una empresa que produce madera, por ejemplo, su capital físico incluirá los bosques que posea y que aún no explota y la madera acumulada para vender.

Para un país, el capital físico incluirá la suma del capital físico de las empresas más aquellas formas de capital que son de propiedad del Gobierno, como por ejemplo caminos, puertos, aeropuertos, puentes y otras obras que no sean de propiedad privada y, por tanto, que no hayan sido incluidas como propiedad de las empresas También incluye los bosques explotables que sean de propiedad pública y otras riquezas naturales explotables.

El capital físico se incrementa mediante la inversión. La inversión es el valor de los bienes producidos o importados en el período (generalmente un año) que se destinan a producir bienes o servicios en el futuro. Lo que hoy se produce en un país es fruto de las inversiones del pasado. No todas ellas están entregando resultados. Algunas ya han cumplido su vida útil, es decir, el período durante el cual entregan resultados; por ejemplo, los motores de los aviones deben cambiarse luego de un cierto número de horas de vuelo. Otras han quedado obsoletas: nuevas formas de producir, es decir, nuevas tecnologías, hacen que esas inversiones ya no puedan utilizarse porque los costos de hacerlo son demasiado altos en comparación con los de instalar y usar las tecnologías nuevas. Una empresa con equipos obsoletos no puede competir con las que se modernizan. Los empresarios buscarán siempre aquellas tecnologías que les permitan reducir sus costos, para así mejorar sus posibilidades de competir.





C. La tecnología

Para poder producir, la empresa necesita elegir y organizar recursos: maquinaria, mano de obra, edificios, financiamiento. Los recursos que elige y la forma en que los organiza dependen del conocimiento que tenga sobre diversas formas alternativas de producir. Esas formas las define la tecnología.

La tecnología es la forma en que se usan  (combinan) los recursos para producir un resultado. Uno de los cambios tecnológicos más importantes en la historia de la humanidad fue la invención y utilización de la rueda en múltiples actividades humanas: en el transporte, en la transmisión de movimientos, en el levantamiento de grandes pesos, en la medición del tiempo y la relojería, en instrumentos de medición de todo tipo. La invención del microchip ha permitido el manejo de mucha más información como nunca antes en la historia, con lo que ayuda a tomar mejores decisiones y, por supuesto, a hacer las tareas de los estudiantes.

La tecnología contribuye a producir con menos recursos, lo que ayuda a aliviar el problema de su escasez. Eso significa que los países y las empresas están vitalmente  interesados en mejorar la tecnología.

Por eso, las empresas y los países invierten en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y en la adopción de otras existentes. Esta es una inversión, ya que producirá sus resultados durante algún tiempo.

Si bien en un comienzo los avances tecnológicos se hicieron basándose en observación casual, o gracias a simples accidentes, en la actualidad la tecnología no aparece sola. Se requiere de trabajo de investigación, a veces muy largo y costoso, para obtener un nuevo avance tecnológico. Las grandes empresas tienen importantes laboratorios de investigación tecnológica, dedicados a buscar aplicaciones prácticas a los avances científicos en distintos campos.

Por ejemplo, a comienzos del siglo XXI se ha logrado descifrar el genoma humano, un gran avance científico, pero las aplicaciones prácticas de este nuevo conocimiento, que constituirían avance tecnológico,  aún siguen en estudio.

La tecnología implica riesgos. Por una parte, se puede gastar en investigación y desarrollo sin obtener resultados favorables. Por otra, los avances tecnológicos que se obtienen llevan a formas mejores de producción y las formas antiguas deben descartarse. Una tecnología, o las máquinas que las utilizan, quedan “obsoletas” cuando aparece otra tecnología mejor. Ellas deben, a menudo, dejar de usarse porque producen a mayores costos con lo que no es posible vender  tan barato productos de igual calidad, como empresas que usen mejor tecnología. Por esto, cuando aparece una nueva tecnología, algunas empresas pueden desaparecer si no están en condiciones de adaptarse a tiempo.


El avance tecnológico es fundamental puesto que, con mejor tecnología, es posible producir más de los diferentes bienes y servicios, con los mismos recursos. En otros términos, el avance tecnológico empuja hacia fuera, alejándolo, del límite impuesto por la escasez de recursos. Esto es válido hasta cierto punto. Las nuevas tecnologías se incorporan generalmente a la producción mediante maquinaria, equipos, vehículos nuevos, es decir, incorporar las nuevas tecnologías a la producción requiere, a menudo, de inversiones en capital físico. Pero, una vez incorporadas, ellas permitirán producir más que antes con los equipos disponibles.

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