lunes, 30 de mayo de 2016

Introducción

Definitivamente la economía, es una ciencia que todos debemos conocer, pero no de la manera equivocada como la conocemos, sino con información cierta, conceptos claros, y explicaciones con criterio y objetividad, esta es la única vía que nos conducirá hacia una Colombia más educada.

Para muchos Colombianos, pareciera que es la escasez de dinero la que limita el crecimiento y desarrollo de nuestro país cuando, en realidad, esas limitaciones provienen de los recursos reales de cuales disponemos y de la forma en que los utilizamos. Esta falta de comprensión de la verdadera naturaleza de los problemas económicos por parte de mucha gente es una de las razones principales que explican la larga historia de inflación en nuestro país y los errores cometidos en el campo de la política económica.

Por eso, este blog está dirigido a todas las personas, no a los estudiantes de economía ni menos a los economistas. Simplemente será una hoja de ruta para todos los que están interesados en iniciar su camino hacia el aprendizaje de la economía.



domingo, 29 de mayo de 2016

El circuito económico simplificado y su funcionamiento

Vamos a examinar ahora cómo se relacionan entre sí los distintos agentes económicos, cómo influyen unos sobre otros y el resultado final de esas influencias mutuas. Para simplificar esta presentación, tomaremos a personas y familias como un solo conjunto, y excluiremos toda relación con otros países. Más adelante examinaremos estas relaciones al hablar del comercio exterior, es decir, de lo que el país compra y vende a otros países.

Las familias necesitan ganar ingresos, para lo cual venden su trabajo a las empresas y al Gobierno. También necesitan satisfacer sus necesidades, para lo cual deben adquirir bienes y servicios que compran a las empresas. Además, deben pagar impuestos al Gobierno a cambio de los servicios que este presta.  Por otra parte, las familias (algunas de ellas), son dueñas de las empresas, y reciben las utilidades (o pagan las pérdidas) que las empresas generen.

Por su parte, las empresas necesitan comprar  trabajo a las familias  para poder producir, a la vez que venden sus productos a estas y al Gobierno. Al igual que las familias, pagan impuestos al Gobierno a cambio de los servicios que este proporciona. Las utilidades que obtengan como resultado de sus ingresos por ventas menos sus costos, luego de pagar los impuestos, las entregan a sus dueños, algunas familias.

También hay ventas entre empresas, ya que ellas necesitarán los productos de otras para usarlos como materia prima en su producción. Estos bienes que se utilizan en la producción de otros bienes no son bienes finales. Por ejemplo, una panadería comprará a otras empresas la harina que necesita para fabricar el pan, la energía que requiere para hacer funcionar los hornos, la levadura, el agua, etc. Como el precio del pan, que es un bien final si es consumido y no utilizado para producir otros bienes,  ya incluye el valor de la harina, la energía, la levadura y otros ingredientes utilizados, el valor de estos bienes ya incluidos en el valor de la harina  no debe considerarse de nuevo.  Naturalmente, esto se aplica a todas las ventas entre empresas de productos que no sean productos finales.

No se aplica a aquellas ventas entre empresas de productos que sean productos finales, como la maquinaria, que no se consume de inmediato en la producción de otros bienes. Esto se debe a que el valor de la maquinaria no está incluido en su totalidad en el costo de los productos que elaboran las empresas ya que la maquinaria no se consume totalmente al producir cada bien; dichos costos solo incluyen el valor del servicio proporcionado por la maquinaria en la producción del bien en cuestión.

Finalmente, el Gobierno compra trabajo de las familias y productos de las empresas, con lo que provee servicios como defensa de las fronteras, policía, justicia, obras públicas, educación, etc.  Financia sus gastos con los impuestos que recibe de las familias y empresas.

Tal vez lo más importante que provee el Gobierno sean las reglas del juego, es decir, las normas por las que se regirán todos los agentes económicos en su conducta. El Congreso Nacional, o Poder Legislativo, define dichas normas, las más importantes de las cuales se encuentran en la Constitución Política del Estado. Esa es la tarea de los Senadores y los Diputados. El Poder Ejecutivo se preocupa de que las decisiones del Congreso se pongan en práctica, tarea que corresponde al Presidente de la República, a los Ministros y a todas las instituciones del Gobierno. Por su parte, el Poder Judicial se preocupa de determinar las transgresiones de dichas normas y aplicar las penalidades a los transgresores; esta tarea corresponde a los Tribunales de Justicia, encabezados por la Corte Suprema de Justicia.
Los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial son los Poderes del Estado.

A. Relaciones entre familias y empresas

Las empresas compran trabajo de las familias. Por su parte,  estas reciben sueldos de las empresas  y también reciben las utilidades que ellas puedan generar (gráfico 1).

A su vez, las familias compran lo que necesitan a las empresas. El trabajo que venden las familias les da los recursos de que dispondrán para satisfacer sus necesidades. Mientras mejor preparación educacional y técnica tengan los miembros de la familia, mejor remunerado será el trabajo que puedan obtener. En general, mientras mayores las exigencias técnicas que demande un trabajo, mejor será  el sueldo que se pueda obtener. Por su parte, las empresas tratarán de usar los menores recursos posibles para producir sus bienes y servicios, con el fin de poder vender sus productos más baratos y ganar en la competencia con otras empresas. Eso las estimulará a producir lo más posible con los recursos a su disposición, evitando el desperdicio; las empresas buscarán la eficiencia para lograr los más bajos costos para cada tipo y calidad de producto.

GRÁFICO 1
Relaciones entre familias y empresas



B. Relaciones entre familias y Gobierno

El Gobierno compra trabajo de las familias y les entrega servicios. Por su parte, las familias pagan impuestos al Gobierno. Aquí también se aplica que la formación educacional y técnica de los miembros de la familia será un elemento muy importante para determinar el sueldo que ganen. Sin embargo, el Gobierno no tiene los mismos estímulos que las empresas para producir lo más posible con los recursos de que dispone, ya que no tiene que competir con nadie. Pero el control social, a través de las instituciones democráticas  como los partidos políticos y el Congreso Nacional, contribuyen a remplazar el estímulo de la competencia (gráfico 2).

GRÁFICO 2
Relaciones entre familias y Gobierno




C. Relaciones entre empresas y Gobierno

El Gobierno compra productos de las empresas y les entrega servicios. Las empresas pagan impuestos al Gobierno.

De nuevo el control social, a través de las instituciones democráticas, genera los estímulos para que el Gobierno obtenga el máximo producto de los recursos de que dispone (gráfico 3).

GRÁFICO 3
Relaciones entre empresas y Gobierno



D. El circuito completo y el producto de la economía

Para analizar el circuito completo, vamos a separar los pagos entre agentes en ingresos y gastos. Ingreso será lo que cada agente reciba de otros.  Gasto será lo que cada agente pague a otro. En el caso del agente “familia”, su ingreso estará compuesto por los sueldos que recibe de las empresas y del Gobierno, por el trabajo que realiza y por las utilidades que recibe de las empresas. Los gastos de la “familia” serán los pagos que hace a las empresas por los productos que les compra, y los impuestos que paga (obligatoriamente) al Gobierno.
Por su parte, las empresas obtendrán ingresos por los bienes y servicios que venden a las familias y al Gobierno.
Cuando se trate de ventas entre las mismas empresas, lo que es ingreso para unas será gasto para otras y, al tomarlas en su conjunto, esos ingresos y gastos se anulan mutuamente. Más adelante veremos que esto no siempre es así.
Los gastos de las empresas serán los pagos que hacen a las familias por el trabajo que estas les venden, y los impuestos que pagan (obligatoriamente)  al Gobierno. También entregarán sus utilidades a las familias.
Finalmente, el Gobierno tiene como ingresos los impuestos que recibe de familias y empresas y, como gastos,  los sueldos que paga a las familias por el trabajo que contrata y las compras a las empresas de bienes y servicios. Esto se ilustra en el gráfico 4 que conecta  a todos los agentes económicos.

GRÁFICO 4
El circuito económico




Del gráfico mencionado se obtienen algunas conclusiones importantes. En primer lugar, si cada agente (familias, empresas o Gobierno), contara solo con sus ingresos para financiar sus gastos, y si solo pudiera usar sus ingresos para financiarlos, entonces los gastos de cada agente tendrían que ser iguales a sus ingresos. En el caso de una familia, la suma de lo que gana cada uno de sus miembros deberá ser igual a los usos que  la familia dé a sus ingresos. Lo mismo ocurrirá para las empresas y para el Gobierno: la suma de los usos deberá ser igual a la suma de los ingresos, ya que no se puede usar lo que no se tiene.

En segundo lugar, por las mismas razones anteriores, la suma de los ingresos de los trabajadores, más los de las empresas, más los del Gobierno (cuyos ingresos provienen de impuestos a los ingresos de los demás) deberá ser igual a la suma de los usos de los agentes económicos. Si uno quiere conocer el volumen o tamaño del circuito económico, puede mirar ya sea el lado de los ingresos o el de los usos y tendrá el mismo resultado. En realidad, la suma de los usos representa el valor de los bienes y servicios producidos por el conjunto de los agentes: los bienes y servicios finales producidos por las empresas y vendidos a otras empresas, al Gobierno y las familias y los servicios proporcionados por el Gobierno. Por este motivo, a la suma de los usos de los agentes en un período determinado (mes, trimestre, etc.), se la llama producto. La suma de los ingresos de los agentes  es el ingreso del país. Hay que recordar que aún no tratamos el comercio con otros países.


Si parte de los ingresos del Gobierno proviene de impuestos que se apliquen no sobre los ingresos de personas y empresas sino sobre las ventas de bienes y servicios, se producirá una diferencia entre el producto y el ingreso: el producto está valorado a precios que incluyen los impuestos sobre las ventas, mientras que los ingresos no. Por este motivo, en un caso como el descrito, que es común en los países,  para igualar el producto con el ingreso es necesario restar al producto los impuestos que se cobran sobre las ventas. Tales impuestos se llaman indirectos. En cambio, los impuestos que se cobran sobre los ingresos de personas y empresas se llaman impuestos directos.



Lo que compran las familias: LA DEMANDA

Las que familias y personas compran bienes y servicios de las empresas y les venden su  trabajo. Mirado desde el punto de vista de las empresas, estas venden bienes y servicios a las familias y les compran trabajo. ¿Cómo se ponen de acuerdo miles de empresas y millones de familias para decidir qué comprarán unas y qué producirán otras?
Las familias y las personas, tienen necesidades que satisfacer y recursos que limitan sus posibilidades de satisfacerlas. Por este motivo, las familias necesitan escoger qué necesidades solventar y en qué medida, ya que no pueden resolverlas todas. Como tienen que elegir, familias y personas deben ser capaces de decidir cuáles necesidades son más importantes que otras, y lo harán de acuerdo con sus propios gustos y preferencias dentro de las limitaciones que les imponen sus recursos.
Como los recursos son limitados, las familias preferirán comprar los bienes y servicios que necesitan donde sean más baratos, tomando en cuenta no solo sus  precios sino también otros elementos que tienen que ver con el costo de comprarlos. Estos elementos incluyen, por ejemplo, los costos de transporte para llegar hasta los lugares donde se vende el bien escogido, la posibilidad de encontrar ahí otros bienes que se desea adquirir, el tiempo involucrado en la compra  (colas en las cajas, tiempo de transporte, etc.).



Pero, además, las familias compararán los precios de diversos productos entre sí para decidir lo que comprarán. Por ejemplo, cuando  una mamá va al supermercado, compara los precios de distintas frutas para saber cuáles de ellas llevará para el postre.  También compara el precio de los distintos tipos de carne para elegir el que llevará, o el de las diversas marcas de té o café. Aunque acostumbre a tomar un té de cierta marca, si este está muy caro verá la posibilidad de llevar otro, o de comprar café o té de hierbas en vez del que pensaba comprar. Todo esto se debe hacer porque los recursos no alcanzan para todo. La escasez de los recursos está de nuevo presente en las decisiones que tomamos todos los días.


Debido precisamente a la escasez de los recursos, si un precio baja y los demás se mantienen igual, en general se comprará más del producto cuyo precio bajó y menos de otros productos. Así se podrá hacer más con los recursos existentes que si se sigue comprando todos los productos lo mismo que antes.
Se han hecho muchos estudios sobre la conducta de las familias y las personas en el mercado: todos concluyen que, en la enorme mayoría de los casos, cuando un precio baja y los demás se mantienen constantes, las familias comprarán más del producto cuyo precio bajó.
Es importante destacar que las decisiones se toman, la mayoría de las veces comparando precios. Es decir, si todos los precios suben o bajan al mismo tiempo, lo más probable es que las familias sigan comprando lo mismo que antes de los diversos bienes, si su capacidad de compra de acuerdo con sus recursos no ha cambiado.  Para hacer estas comparaciones es necesario considerar no solo el precio del bien que se busca sino también el de los demás bienes. Por eso, implícitamente y sin pensarlo, la mamá que va al supermercado compara los precios de los bienes que busca  en relación  con  los de  otros bienes. Los precios así comparados se llaman precios relativos.
Son los precios relativos los que las familias toman en cuenta para sus decisiones: el precio de la mantequilla relativo al de la margarina; el precio de una blusa de algodón en Falabella relativo al de Almacenes ela;  el precio de un vehículo Nissan con el de un Subaru; el precio de un departamento de tres dormitorios de una calidad determinada en una ubicación, relativo a aquel en otra ubicación.  El precio de la mantequilla relativo al precio de la margarina es el precio por unidad de mantequilla, por ejemplo, por kilo de mantequilla,  dividido por el precio de la misma unidad de margarina.
También se puede calcular el precio relativo de un bien respecto de todos los demás bienes. Este es el precio del bien dividido por  alguna medida de todos los precios. Una de ellas es el valor de una canasta de un grupo representativo de bienes que generalmente adquieren las familias y personas, valor que es calculado mes a mes en Colombia por el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane). Los cambios en este valor corresponden al cambio del promedio de los precios de los productos considerados en la canasta. Estos cambios corresponden a los del  Índice de Precios al Consumidor, IPC. El aumento o reducción del IPC de cada mes se publica, a veces muy destacado, en toda la prensa, la radio y la televisión, y se lo llama erróneamente “IPC del mes”, cuando en realidad es la variación porcentual del IPC de un mes a otro. Si el precio de un producto sube más que el IPC, se dice que ha subido su precio relativo; si sube menos que el IPC, se dice que su precio relativo ha bajado.



Son los precios relativos los que guían las decisiones de la gente. Si un precio relativo  baja, seguramente se comprará más de ese bien particular y, si sube, se comprará menos de él.



Lo que venden las empresas: LA OFERTA


Tal como las familias deciden qué cantidad comprarán de un bien a cada precio, las empresas necesitan decidir lo que  producirán  y pondrán a la venta de un bien  determinado a cada precio. Para tomar esta decisión, las empresas cuentan con una información básica acerca de cómo producir el bien en cuestión: esto es la tecnología.

Los ingenieros y técnicos  le dicen a la empresa cuáles son las distintas maneras posibles de producir un bien o un grupo de bienes, y el empresario tendrá que elegir aquella manera de producir que sea la más barata de acuerdo con los recursos de que dispone.  Por ejemplo, una empresa que está considerando comenzar a producir sombreros, podrá fabricarlos usando mucho trabajo manual,  o usando más maquinaria. Elegirá entre estas técnicas de manera de lograr los costos más bajos posibles. Pero también buscará obtener el mejor precio posible por su producto, escogiendo las características que más gusten a sus clientes. Así, con los costos más bajos que le sea posible lograr y el precio más alto que pueda obtener, tendrá las utilidades o ganancias  más altas posibles para él, durante el mayor tiempo posible.

Supongamos que los sombreros producidos por una u otra técnica son de la misma calidad y diseño. En ese caso, el empresario preferirá usar el método que resulte más barato. Pero ¿cuál será más barato? Para saberlo, necesitamos conocer los costos de producción en que se incurre con una y otra técnica. Si los materiales que se usan son los mismos, habrá que comparar el costo de todos los elementos que entran en la producción, tales como la mano de obra que utiliza cada uno, el tiempo de uso de la maquinaria, el costo de la energía, el arriendo de los edificios. Si ocurre que el costo de la mano de obra es muy bajo comparado con el costo de usar maquinaria por unidad producida, el empresario elegirá aquella técnica que usa más trabajo, y comprará entonces más trabajo alas familias. En otras palabras, el empresario que considera iniciar la producción de sombreros escogerá aquella técnica que resulte de menor costo por unidad para la cantidad de sombreros que desea fabricar. El costo por unidad producida se llama costo medio de producción, y es igual al costo total de producción dividido por el total de unidades elaboradas.

Por otra parte, el empresario tratará de obtener el mejor precio posible. Si hay muchos empresarios que producen sombreros similares, no podrá cobrar un precio muy distinto de otros productores porque los demandantes no le comprarían a él. La competencia entre los productores impide abusos en los precios.

La oferta individual

Si la empresa ya está instalada y eligió una cierta técnica de producción, entonces la situación es diferente. La empresa ya no puede modificar fácilmente la tecnología que usa, y tendrá que conformarse con hacerlo lo mejor posible con los medios que tiene, es decir, producir aquella cantidad de sombreros que le dé la mayor utilidad posible. En tal caso, la empresa tendrá que determinar si al aumentar o reducir su producción de sombreros aumentarán sus utilidades. Para ello tendrá que comparar el precio al que puede vender sus sombreros con lo que costaría aumentar o reducir su producción en una unidad. Por ejemplo, si está produciendo 1.000 unidades por mes a un costo total de $950.000, el costo medio de producción será de $950. Pero si quiere aumentar su producción en una unidad, a 1.001 por mes, puede tener que cubrir un costo total de $951.000, lo que significa que el costo de producir una unidad más es de $1.000 (951.000-950.000). El aumento del costo por producir una unidad más se llama costo marginal. Si el precio al que vende es mayor que el costo marginal, le convendrá aumentar su producción. Esto es así porque, si el precio es mayor que el costo marginal, con cada unidad adicional que venda aumentarán sus ingresos más que lo que aumentan sus costos totales y, por lo tanto, aumentará sus ganancias.




El empresario enfrentado a una modificación en el precio del producto, si ya está instalado con equipos y técnicas establecidas, que no puede cambiar fácilmente, tendrá que comparar dicho precio con su costo marginal, para saber si le conviene aumentar o reducir su producción.

Tal como en el caso de la demanda, es posible relacionar diversos precios del producto con la cantidad producida de él. Los numerosos estudios hechos muestran que, a medida que una empresa aumenta su producción, llegará un momento en que costará cada vez más producir unidades adicionales: las máquinas estarán trabajando a plena capacidad, y podría ser necesario pagar horas extraordinarias a los trabajadores. Por ese motivo, para producir mayores cantidades de un bien se requieren precios cada vez más altos de dicho bien: mientras más alto es el precio (considerando constantes los demás precios), mayor será la cantidad de él que se producirá y ofrecerá en el mercado en cada período de tiempo, por ejemplo un mes.




sábado, 28 de mayo de 2016

Demanda y oferta: la determinación del precio y de la cantidad

La determinación del precio y la cantidad

Es posible ahora mirar en conjunto lo que ocurre con los compradores y los vendedores ante cada situación de precios en el mercado. Para ello, podemos superponer en un solo gráfico las curvas de demanda y oferta.

Como se puede ver en el gráfico, hay un punto en que ambas líneas, oferta y demanda, se cruzan. En ese punto coinciden los deseos y posibilidades de las familias de comprar el bien en cuestión, con los deseos y las posibilidades de las empresas de producirlo. Esa coincidencia de posibilidades y deseos de ambos grupos de agentes, familias y empresas, hace que el precio del bien y la cantidad producida se determinen simultáneamente en el mercado, en un nivel que hace posible su compra por  parte de las familias y su producción por parte de las empresas.

Es importante destacar que esta coincidencia de deseos y posibilidades de empresas y familias no se produce mediante un esfuerzo consciente de negociación entre ellos. Es simplemente el resultado que se obtiene cuando ambos siguen las señales que les dan los precios en el mercado.

En la gran mayoría de los casos, ningún comprador en particular, actuando aisladamente, puede afectar el precio de un producto: si quiere pagar menos por él que el precio establecido en el mercado, las empresas preferirán vender a otros compradores; además, es evidente que ningún comprador querrá pagar más que el precio de mercado para adquirir un bien.

Por lo mismo, también en la mayoría de los casos, ninguna empresa individual, actuando aisladamente, puede afectar el precio de un producto. Si pretende vender más caro que otros, nadie le comprará; y si baja el precio, todos los compradores se volcarán hacia ella y la inducirán a ponerse en línea con los precios del mercado. 



viernes, 27 de mayo de 2016

Los factores de producción y su asignación

A los elementos que contribuyen a la producción de bienes o de servicios, y que no se agotan al producirlos, se los llama factores de producción. Por ejemplo, quedan excluidos de esta definición los materiales que se usan para producir pan, tales como la harina, el agua, la sal, la energía, etc., que se agotan en la producción del pan, puesto que los que ya se utilizaron no sirven para continuar produciendo. En cambio, quedan incluidos en esta definición los empresarios y trabajadores que prestan sus servicios para producir; la maquinaria, los edificios, los vehículos y otras formas de capital físico, y la tecnología utilizada.

Los factores de producción se agrupan en cuatro categorías generales: trabajo (o mano de obra), capital físico, tecnología y capacidad empresarial. Esta última representa la capacidad de organizar el resto de los factores para que desarrollen sus tareas de la manera más barata posible, es decir, enfrentando mejor el problema de la escasez. El empresario tendrá que buscar las formas de producir un bien que impliquen un menor costo, es decir, que impliquen el menor uso posible de recursos para satisfacer las necesidades de los consumidores, dejando así recursos disponibles para producir otras cosas.
Se acostumbra también poner en conjunto el trabajo y la capacidad empresarial, bajo la denominación de capital humano. En lo que sigue, usaremos esta última clasificación.


A. El capital humano

La población de un país, con sus capacidades propias o adquiridas,  constituye su capital humano. Pese al hecho de que hay niños menores que no están en condiciones de trabajar, otros que están estudiando y no trabajan, otras personas que,  por su edad ya no están en condiciones de hacerlo, otras que se encuentran enfermas, cada una de las personas que componen la población de un país contribuye de una manera u otra al nivel de bienestar del conjunto de la población: los niños son generalmente amados por sus padres (o deberían serlo), lo que implica que dan satisfacciones a sus padres; no falta el buen consejo de los ancianos y aun de los enfermos; quienes están estudiando a menudo contribuyen a mejorar su entorno o realizan tareas de servicio social y apoyo a los más pobres (o deberían hacerlo). Por esto, es razonable incluir a toda la población de un país en la definición  de capital humano. Sin embargo, hay definiciones más restringidas, que se usan comúnmente, que excluyen a los menores de 14 años y a las personas que no están en edad de trabajar.

Cualquiera sea la definición, el capital humano comprende dos aspectos: su cantidad y su calidad. La cantidad es obvia, ya que se trata del número de personas en cada grupo de edad. La calidad, en cambio, es más difícil de medir, y depende de elementos culturales como la disciplina de trabajo, la constancia, la honradez, la capacidad de trabajar en equipo y, por supuesto, el nivel educacional y la formación técnica. Estos últimos, nivel educacional y formación técnica, también influyen sobre los primeros, disciplina de trabajo, constancia, honradez y capacidad de trabajar en equipo.

Una mejor educación y capacitación contribuyen a una mayor calidad del capital humano, por lo que agregan a dicho capital. Todo gasto que aumente el capital constituye lo que se llama una inversión. Por esto, los gastos en educación y capacitación deberían considerarse como inversión en capital humano. Lo mismo ocurre con lo que se gasta en salud, ya que mejorar la salud es mejorar la capacidad de trabajo de las personas.

La composición por edad de la población también es importante. Los niños menores, en general, no trabajan y tampoco lo hacen los ancianos. Una población donde la gran mayoría de la gente se agrupe en uno de estos extremos (o en ambos) tendrá menor capacidad productiva que otra en la que predominen ampliamente las personas entre 18 y 60 años.


B. El capital físico

En una empresa, el capital físico está constituido por sus edificios, terrenos, maquinaria, vehículos y equipamiento. También incluye las materias primas que están guardadas para ser utilizadas más adelante (rendirán sus frutos en el futuro) y los productos terminados ya producidos que aún no han sido vendidos. Para una empresa que produce madera, por ejemplo, su capital físico incluirá los bosques que posea y que aún no explota y la madera acumulada para vender.

Para un país, el capital físico incluirá la suma del capital físico de las empresas más aquellas formas de capital que son de propiedad del Gobierno, como por ejemplo caminos, puertos, aeropuertos, puentes y otras obras que no sean de propiedad privada y, por tanto, que no hayan sido incluidas como propiedad de las empresas También incluye los bosques explotables que sean de propiedad pública y otras riquezas naturales explotables.

El capital físico se incrementa mediante la inversión. La inversión es el valor de los bienes producidos o importados en el período (generalmente un año) que se destinan a producir bienes o servicios en el futuro. Lo que hoy se produce en un país es fruto de las inversiones del pasado. No todas ellas están entregando resultados. Algunas ya han cumplido su vida útil, es decir, el período durante el cual entregan resultados; por ejemplo, los motores de los aviones deben cambiarse luego de un cierto número de horas de vuelo. Otras han quedado obsoletas: nuevas formas de producir, es decir, nuevas tecnologías, hacen que esas inversiones ya no puedan utilizarse porque los costos de hacerlo son demasiado altos en comparación con los de instalar y usar las tecnologías nuevas. Una empresa con equipos obsoletos no puede competir con las que se modernizan. Los empresarios buscarán siempre aquellas tecnologías que les permitan reducir sus costos, para así mejorar sus posibilidades de competir.





C. La tecnología

Para poder producir, la empresa necesita elegir y organizar recursos: maquinaria, mano de obra, edificios, financiamiento. Los recursos que elige y la forma en que los organiza dependen del conocimiento que tenga sobre diversas formas alternativas de producir. Esas formas las define la tecnología.

La tecnología es la forma en que se usan  (combinan) los recursos para producir un resultado. Uno de los cambios tecnológicos más importantes en la historia de la humanidad fue la invención y utilización de la rueda en múltiples actividades humanas: en el transporte, en la transmisión de movimientos, en el levantamiento de grandes pesos, en la medición del tiempo y la relojería, en instrumentos de medición de todo tipo. La invención del microchip ha permitido el manejo de mucha más información como nunca antes en la historia, con lo que ayuda a tomar mejores decisiones y, por supuesto, a hacer las tareas de los estudiantes.

La tecnología contribuye a producir con menos recursos, lo que ayuda a aliviar el problema de su escasez. Eso significa que los países y las empresas están vitalmente  interesados en mejorar la tecnología.

Por eso, las empresas y los países invierten en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y en la adopción de otras existentes. Esta es una inversión, ya que producirá sus resultados durante algún tiempo.

Si bien en un comienzo los avances tecnológicos se hicieron basándose en observación casual, o gracias a simples accidentes, en la actualidad la tecnología no aparece sola. Se requiere de trabajo de investigación, a veces muy largo y costoso, para obtener un nuevo avance tecnológico. Las grandes empresas tienen importantes laboratorios de investigación tecnológica, dedicados a buscar aplicaciones prácticas a los avances científicos en distintos campos.

Por ejemplo, a comienzos del siglo XXI se ha logrado descifrar el genoma humano, un gran avance científico, pero las aplicaciones prácticas de este nuevo conocimiento, que constituirían avance tecnológico,  aún siguen en estudio.

La tecnología implica riesgos. Por una parte, se puede gastar en investigación y desarrollo sin obtener resultados favorables. Por otra, los avances tecnológicos que se obtienen llevan a formas mejores de producción y las formas antiguas deben descartarse. Una tecnología, o las máquinas que las utilizan, quedan “obsoletas” cuando aparece otra tecnología mejor. Ellas deben, a menudo, dejar de usarse porque producen a mayores costos con lo que no es posible vender  tan barato productos de igual calidad, como empresas que usen mejor tecnología. Por esto, cuando aparece una nueva tecnología, algunas empresas pueden desaparecer si no están en condiciones de adaptarse a tiempo.


El avance tecnológico es fundamental puesto que, con mejor tecnología, es posible producir más de los diferentes bienes y servicios, con los mismos recursos. En otros términos, el avance tecnológico empuja hacia fuera, alejándolo, del límite impuesto por la escasez de recursos. Esto es válido hasta cierto punto. Las nuevas tecnologías se incorporan generalmente a la producción mediante maquinaria, equipos, vehículos nuevos, es decir, incorporar las nuevas tecnologías a la producción requiere, a menudo, de inversiones en capital físico. Pero, una vez incorporadas, ellas permitirán producir más que antes con los equipos disponibles.

Economía Verde

Este es un nuevo modelo economico que esta surgiendo para cambiar la percepcion de todas nuestras acciones enfocandolas al cambio para la optimizacion de la economia en funcion a mejorar procesos y calidad de vida pensando en nuestro futuro el de nuestros hijos y el del planeta tierra.


La Iniciativa para una Economía Verde está diseñada para asistir a los gobiernos en el "reverdecimiento" de sus economías mediante la reestructuración y la reorientación de sus políticas, inversiones y gastos hacia una gama de sectores, tales como las tecnologías limpias, las energías renovables, los servicios de agua, el transporte verde, el tratamiento de los desechos, la edificación verde y la agricultura y los bosques sostenibles.




El reverdecimiento de la economía se refiere al proceso de reconfigurar las actividades comerciales y la infraestructura para entregar mejores rendimientos en las inversiones de capital natural, humano y económico, a la vez que reduce las emisiones de gas de efecto invernadero, con menos extracción y uso de los recursos naturales, la creación de menos desechos y la reducción de las discrepancias sociales.


Innovaciones Verdes


La Iniciativa e Investigación para Emisiones Cero (ZERI) es una red mundial de mentes creativas que buscan soluciones a los retos mundiales. La red ZERI ve a los residuos como recursos y busca soluciones utilizando la ciencia y los principios de diseño de la naturaleza como inspiración. La Fundación ZERI ha identificado 100 innovaciones que en diez años podría generar 100 millones de empleos. El PNUMA se ha asociado con ZERI para ayudar a asegurar que estas innovaciones se difundan ampliamente en todo el mundo.


Agua limpia sin alcantarillado

Se estima que en todo el mundo sólo el 14 por ciento de toda el agua residual es tratada. En América Latina y África, menos del 2 por ciento de las aguas residuales es purificada.

La preservación sin refrigeración

La necesidad de conservar los alimentos es clave, pero más una cuestión de supervivencia para las vacunas. El precio de una vacuna puede costar a la sociedad entre $ 180 y $ 340 en cualquier parte del mundo.

¿Fuego y control del fuego con los cítricos?

La historia de los químicos para el control del fuego se remonta a los egipcios quienes sumergían la madera en el alumbre para evitar que se queme

Agua caliente durante 25 años (mínimo)

Los enormes aumentos en la esperanza de vida y el rendimiento de las soluciones para el calentamiento de agua por medio de energía solar impulsarán el sector y reducirán el consumo de combustibles fósiles.

Más innovaciones verdes 

Mira este video para motivarte!





El crecimiento del capital. Ahorro e inversión

Las familias y las personas necesitan muchas cosas para vivir: alimentos, ropa, medicamentos, servicios médicos, entretención, vivienda, muebles, artefactos eléctricos, a gas o parafina, y muchas otras cosas. Algunas de las cosas que necesitan se agotan rápidamente con su uso, mientras otras duran varios años. Aquellos bienes que se agotan rápidamente se llaman bienes de consumo. Por ejemplo, los alimentos son típicos bienes de consumo: se adquieren y se consumen en un período corto. Lo mismo ocurre con los medicamentos, los servicios médicos, los gastos de entretención y otros gastos. Los servicios no se pueden guardar (técnicamente, hay ciertas excepciones pero no tienen mayor importancia). Como el bien o servicio de consumo adquirido se consume en el período, no se agrega a las posibilidades futuras de consumir. Tales posibilidades de consumo futuro son lo que llamamos riqueza. La riqueza, entonces, es la acumulación de posibilidades futuras de consumo, incluido el consumo de posibles herederos.

Hay ciertos bienes que se desgastan poco con su uso. El ejemplo típico de esto es la vivienda. La compra de una vivienda no es un gasto en consumo, porque de ella se derivarán beneficios de consumo por muchos años. La propiedad de la vivienda se agrega a la riqueza de la familia. En cambio, el costo del arriendo de una vivienda es un gasto en consumo, porque se está pagando por su uso y el arriendo pagado no aumenta las posibilidades futuras de consumir. A los gastos que implican obtener beneficios por varios años se los denomina gastos de inversión. Esos gastos pueden ser hechos para reponer el desgaste de inversiones anteriores o para incrementar la riqueza de la familia. Cuando se incluyen ambos, se habla de inversión bruta. Cuando excluyen aquellas inversiones hechas para reponer desgaste, se habla de inversión neta. La inversión neta aumenta la riqueza.

La inversión neta, al representar un aumento del capital disponible, incrementa la capacidad productiva de una empresa y de un país. Mientras mayor el capital disponible, mayor será la capacidad para producir distintos bienes y servicios.

Pero la inversión es importante también, porque es a través de ella que se incorporan nuevas tecnologías a la producción. Esto vale tanto para la inversión neta como para aquella destinada a reponer el desgaste del capital físico, ya que la reposición puede ser aprovechada para mejorar la tecnología. En la gran mayoría de los casos, se requiere hacer inversiones para aprovechar las tecnologías nuevas, ya que estas vienen incorporadas a maquinaria o equipos nuevos. Así, la inversión no solo agrega a la cantidad de capital disponible, sino también al progreso tecnológico y a la capacidad de producción de una cantidad dada de capital. Cierta cantidad de capital, con mejor tecnología, es capaz de producir más. Eso quiere decir que con la mejor tecnología bastaría una cantidad de capital algo menor para producir lo mismo que antes: la tecnología ayuda a aliviar la escasez de recursos.

Hay otros bienes que, aunque pueden durar varios años y debieran clasificarse como inversión, se consideran consumo cuando los adquiere una familia. Este es el caso, por ejemplo, de la ropa, los teléfonos, los refrigeradores, televisores y otros artefactos del hogar.

Las empresas hacen gastos de inversión cuando compran maquinaria o edificios para su funcionamiento. Ellos se consumen gradualmente a través del tiempo, y ese consumo corresponde al desgaste que la maquinaria o los edificios tengan en cada período. También en el caso de las empresas, la inversión neta, por encima de la necesaria para reponer el desgaste, aumenta la riqueza.

Lo mismo ocurre en el caso del Gobierno. Si el Gobierno hace inversiones, como caminos, puertos, bibliotecas y museos, más allá del desgaste de las inversiones antiguas, aumenta su riqueza, que es de todo el país.

A. Ahorro, inversión y riqueza

Los gastos de inversión son los que permiten obtener beneficios por varios años en el futuro. Si una familia o persona desea mejorar sus condiciones de vida, necesita invertir en capital humano o físico. Para financiar estas inversiones, tendrá que gastar en consumo una suma menor que sus ingresos, ya que si gasta todo lo que gana en consumo, no tendrá recursos para poder invertir. La diferencia entre los ingresos y los gastos de consumo de una familia, o de una persona, se llama ahorro.

Entre las razones para ahorrar hay muchas: enfrentar posibles reducciones en el ingreso futuro, y lograr así un consumo más estable en el tiempo; mejorar el ingreso futuro acumulando capital hoy; prever posibles mayores gastos futuros, como por ejemplo la educación de los hijos; o dejar a los descendientes una herencia mayor.

En el caso de una empresa, el ahorro es aquella parte de sus utilidades que guarda para invertir. El Gobierno ahorra cuando sus gastos en consumo son inferiores a sus ingresos. El ahorro es indispensable para que la familia progrese. También lo es para que una empresa o un país progresen, ya que con él tendrá que financiarse, eventualmente, la inversión. Esto se debe a que, si bien la inversión puede financiarse con préstamos, estos deberán pagarse en algún momento y, para hacerlo, habrá que ahorrar.

Una familia que tenga ingresos muy bajos tendrá pocas posibilidades de ahorrar montos considerables. Una de ingresos altos seguramente ahorrará montos mayores que la de ingresos bajos. Eso, que es de toda lógica, se comprueba en la realidad. Es posible afirmar que, en general, mientras más alto el ingreso, más alto será el monto del ahorro. Seguramente habrá excepciones a esta regla, pero los datos disponibles demuestran que ella vale para el conjunto de las familias. En otras palabras, aunque haya excepciones la regla se cumple.

Pero el ahorro no depende solo del ingreso. Depende, además, de muchas otras cosas. Por ejemplo, el ahorro depende también de la riqueza de las familias y empresas. Una familia muy rica necesitará ahorrar menos que una persona menos rica de iguales ingresos para asegurar su nivel de vida futuro, ya que el ahorro se hace para aumentar la riqueza y mejorar las condiciones futuras de vida.

Como el ahorro se hace para consumir en el futuro, también depende de lo que las familias esperen en cuanto a ingresos futuros. Por ejemplo, un estudiante universitario va a gastar más que su ingreso mientras estudia, va a desahorrar pidiendo préstamos para financiar la diferencia. Esto lo hace porque sus estudios le permitirán ganar más en el futuro, pagar el préstamo y así mejorar su nivel de vida.

Un país también puede desahorrar, financiándose pidiendo préstamos a otros países o vendiéndoles parte de sus riquezas. Pero tampoco puede hacerlo por mucho tiempo. Llega un momento en que se agotan los bienes que puede vender al exterior, o en que no puede obtener préstamos del exterior porque será evidente que no puede pagarlos.

El ahorro depende también de factores culturales. Por ejemplo, algunos países del Asia ahorran mucho más que países occidentales de igual nivel de ingresos: su población ha sido educada en un ambiente de austeridad, tal vez por las innumerables guerras y otras catástrofes que han sufrido en su larga historia.

Para obtener financiamiento, hay que buscarlo fuera del país, en otros países, vendiéndoles parte de la riqueza nacional u obteniendo un préstamo. Esto significa que un país está gastando más allá que sus propios medios y, al igual que una familia, no podrá hacerlo por mucho tiempo. En realidad, cuando un país en su conjunto desahorra, financia lo que le falta con ahorros que han hecho otros países, los que le prestan parte de sus propios ahorros o le compran parte de su riqueza. En buenas cuentas, esta es otra cara de la restricción de los recursos: no alcanzan para hacer todo lo que quisiéramos, y el gasto total de un país también tiene un límite.


Transitoriamente, el país puede recurrir al ahorro de otros países, ya sea en préstamo o vendiendo parte de su riqueza, pero eso también tiene un límite.


B ¿Por qué invierte las empresas?

Las empresas compran maquinaria, edificios, vehículos para llevar adelante sus planes de producción. Como tienen que competir con otras empresas, buscarán siempre producir al costo más bajo posible y, para ello, tendrán que adquirir maquinaria, etc., que mejor les sirvan para producir sus bienes, de determinada calidad, al mínimo de costo. Una vez instalada, la empresa tendrá que mantener en funcionamiento sus equipos y, si le va bien, querrá además aumentar su producción. Para ello, necesitará en algún momento adquirir más maquinaria y, tal vez, agrandar sus instalaciones. Todo esto la llevará a hacer lo que hemos llamado “inversión”, o “gastos de inversión”. Esto le permitirá obtener beneficios en el futuro.

Para decidir si hacer o no una inversión, la empresa tendrá que comparar lo que espera ganar vendiendo la mayor producción que podrá generar, o los menores costos que tendrá, con el costo que le significará hacer la mayor inversión. Si lo que espera ganar es mayor que el costo, tendrá que ver si esa mayor ganancia supera lo que podría obtener usando sus recursos para otra cosa, como por ejemplo, ponerlos a disposición de sus dueños para que los usen en otras empresas o para consumir. Hay que recordar que la escasez obliga siempre a considerar el costo alternativo de tomar cualquier decisión: ya que no se puede hacer todo a la vez, hay que elegir siempre, de entre las opciones disponibles, aquella que sea preferida a las demás. El verdadero costo de la alternativa elegida es lo que se dejó de hacer al elegirla, es decir, la segunda mejor opción disponible, tal como se explicó en el capítulo I de este libro. 


Los precios dan una muy buena guía para elegir la mejor opción. De entre dos opciones idénticas en todo lo demás, se elegirá la más barata, ya que ella dejará recursos disponibles para usar en otras cosas. La escasez nos obliga a buscar, de entre opciones iguales en otros aspectos, la más barata.

Para una empresa, decidir hacer una inversión importante no es fácil. Necesitará evaluar muchas cosas, como la calidad y precio de la maquinaria que requiere, su duración, la cantidad, costo y calidad de la mano de obra necesaria para operar la nueva inversión, lo que le cuesta a la empresa obtener financiamiento, el consumo de energía que requiere la nueva inversión, las posibilidades de venta de los productos que producirá, el tiempo durante el cual podrá mantener en producción la nueva inversión, los posibles avances tecnológicos que pudieran dejarla obsoleta, es decir, que aparezcan técnicas de producción más baratas. Además, deberá tomar en cuenta los planes de inversión que otras empresas tengan, porque podría ocurrir que muchas de ellas aumenten su producción y que el precio del producto baje porque hay mayor oferta de él. Decidirá hacer su inversión si puede producir a menor o igual costo que otras empresas, porque así podrá vender su producción.

C. La relación entre el ahorro y la inversión

Como se ha señalado, el ahorro es aquella parte del ingreso que las personas, las empresas y el Gobierno no gastan en bienes de consumo. A ese ahorro, pueden adicionarse préstamos obtenidos en el exterior, o ventas de parte de la riqueza nacional. Ese conjunto de recursos, los ahorros en el país y los ahorros provenientes del exterior, sirve para financiar la inversión bruta, incluyendo el desgaste del capital, en cada año. Los ahorros que vienen desde otros países representan una inversión de esos países en el nuestro: los préstamos que hagan a nuestro país les producirán beneficios en el futuro, y lo mismo ocurrirá con aquella parte de nuestras riquezas que ellos compren.